Éxo 31:12 -13: ”Habló
además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo:
En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre
mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que
os santifico”
Por:
Domingo Rodríguez /
laplumadelescriba.blogspot.com
Si hay un tema que se
discute mucho es sobre el día del Reposo del Señor. Me he encontrado con muchos
hermanos de diferentes denominaciones que no tienen muy claro este asunto tan
importante; algunos prefieren evadir el comentar sobre eso y hay otros que
están dispuestos a defender sus posiciones.
Mientras uno se van a un extremo de decir que guardar el
Reposo y/o el Sabbat(Sábado) fue abolido, hay otro que se van al otro extremo
(como los Fariseos) de tenerlo casi como un ídolo. Sin embargo, es posible que
los dos extremos, a mi modo de ver, están un poco confundidos.
El propósito de este artículo es sacar a la luz algunas
verdades Bíblicas, que es posible que muchos ignoran y por eso es la confusión
en la cual se encuentran, dando lugar a las posiciones radicales. Quiero partir
de la premisa de que si Dios estableció en Sus Diez Mandamientos y/o Ley Moral,
que el Reposo debe ser guardado y más adelante indica que este Reposo debe ser
observado por toda la Eternidad; entonces definitivamente estamos hablando de
algo muy serio y que no puede ser pasado por alto y mucho menos ignorado por
algunos.
Es el Reposo del Señor un
día de la semana específico? Se debe guardar ese Reposo o ya fue abolido por el
Nuevo Pacto?
El Reposo Como Ley Moral/Diez
Mandamientos
Luego de que el pueblo de Israel saliera de Egipto y
llegaran al Monte Sinaí (Ex.19:1), lo que primero hace el Señor es darle Su Ley
Moral o Diez Mandamientos Ex.20). Dentro de esa Ley se encontraba la indicación
sobre guardar el sábado (Sabbat) como día de Reposo; quien no guardara esta ley
sería cortado del pueblo.
Éxo 20:8-11:
“Acuérdate del día de reposo para
santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu
Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni
tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque
en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que
en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de
reposo y lo santificó”.
La Ley Moral de Dios es como la Constitución
de un país. Que de ella se desprenden todas las demás leyes y toda ley debe
estar acorde a esa Constitución. Por eso vemos que a partir de ahí es que el
Señor empieza a darle todas las demás leyes y Jesús en el Nuevo Testamento la
resume en dos (Mt.22:37-39). Ahora bien, si el Señor estableció el guardar el sábado
como Reposo en Su Ley, eso nos dice que es tan importante como las demás leyes que deben observarse puntualmente y que las
mismas están vigente en nuestros días. Pero sigamos.
El
Sábado Como Señal del Reposo
Cuando usted estudia el libro del Éxodo, luego de la Ley
Moral, observará que de los diez mandamientos, el Señor se toma varios
versículos del capítulo 31 para explicar el propósito de guardar el sábado como
reposo:
Éxo 31:12-13: “Habló además Jehová a
Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad
vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para
que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”.
En el
versículo 13 el Señor le dice que es una señal con el pueblo de Israel por sus
generaciones. En los versículos siguientes siguen las indicaciones y propósito
del sábado. Entonces en el versículo 17 dice lo siguiente:
Éxo 31:17: “Señal es para siempre entre mí y
los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y
en el séptimo día cesó y reposó”.
Qué observamos
aquí? Que la palabra señal se repite dos veces y Dios le
específica que precisamente el sábado es una señal. La palabra en el original
Hebreo para señal aquí es oth (H226) y que significa “signo,
augurio, marca, evidencia, etc.”. Entonces, tomando el significado de esa
palabra y lo que realmente es una señal, lo que Dios estaba queriendo decir es
que el sábado es un aviso que nos anuncia un fin, pero que ese aviso no es el
fin. Como la señal en una carretera que te avisa hacia donde te dirige; esa
señal no es el destino sino la indicación.
Otro punto muy importante aquí es lo siguiente: La Biblia
nos dice que cuando el Señor repite dos veces o más una palabra o algún evento,
es para que le prestemos atención a esa palabra porque es algo firme de Su
parte (Gn.41:32).
Entonces, en
base a esas verdades Bíblicas, el guardar el sábado como Reposo era una señal
para el pueblo de Israel, no el propósito final.
Jesús
el Cumplimiento de la Ley
En una ocasión Juan el Bautista envió a sus discípulos a
preguntarle a Jesús de si Él era el Mesías. El Señor hizo milagros delante de
ellos y luego le dice que vayan donde Juan y le digan lo que habían visto
(Mt.11:1-7). Cuando se van, Jesús empieza a hablar de Juan el Bautista y entre
lo que le dijo, mencionó estas palabras:
Mat 11:13-15: “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo,
él es aquel Elías que había de venir. El
que tiene oídos para oír, oiga”.
Aquí encontramos una revelación
tremenda de la Palabra de Dios con relación a la Ley. Todos sabemos quién es un
profeta y cuál es su función, que es predecir o anunciar un evento, pero si
observamos muy bien el texto anterior, Jesús está diciendo que la ley profetizó. Al buscar el diccionario, la
palabra en el original griego es profeteúo (G4395), y
significa “predecir eventos”. Precisamente
eso era lo que el Señor nos estaba diciendo, que tanto los profetas como la Ley
lo que estaban haciendo era prediciendo el cumplimento de un evento del futuro
y todo sabemos que ese evento era El mismo.
El Señor nos confirma que El cumpliría la Ley y
que Él era el propósito de la misma. Mateo
5:17(BTX): “No penséis que he
venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino
para cumplir”.
El significado de la palabra en el griego de abolir es “demoler, destruir”. El Señor no vino a
destruir la Ley, sino, a cumplirla El mismo ya que nadie la pudo cumplir y
nadie por sí solo la puede cumplir. Si alguien hubiese cumplido la Ley, entonces
no era necesario que Cristo viniera; ese hubiese sido el hombre o mujer
perfecta.
El Señor en otra ocasión volvió a referirse
al Reposo: Mat 12:8: “Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. Que
nos dice el Señor aquí? Que Él está por encima del Reposo y solo Él puede determinar
cómo debe cumplirse ese mandato.
Como entramos en el Reposo?
En el Nuevo
Testamento o Nuevo Pacto encontramos más verdades que nos apuntan a que el
Reposo es una persona:
Rom 10:4: “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”.
El Apóstol
Pablo nos dice en este texto que el cumplimiento
de toda la ley fue en Cristo, Él fue quien la
cumplió y en Él tiene cumplimiento. La
palabra fin aquí es télos(G5056), que significa
“conclusión, propósito, límite, etc.”.
Qué observamos en este texto, que si yo creo en Jesús se
me cuenta como justicia
y en El he cumplido la Ley. Por eso en Hebreos 4:3 dice: “Pero los que hemos
creído
entramos en el reposo..”. Como ya hemos sido justificados al creer en Cristo,
entonces también entramos
en Su Reposo.
Heb
4:9-11: “Por tanto, queda un
reposo para el pueblo de Dios. Porque el
que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de
las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga
en semejante ejemplo de desobediencia”. Si hemos creído en Cristo
y por lo tanto justificado en El, entonces ya hemos entrado en Su Reposo,
porque al entrar en ese Reposo, reposamos de nuestras obras como Dios de la
suya y esa es la Ley que debemos cumplir. Reposar en Cristo y si no reposamos
en El, entonces violamos Su Ley.
Qué observamos? Que Jesús y
la Escritura nos revelan que el Reposo no es un día, es una condición, un
estado en que se posiciona nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo.
El Fruto del Espíritu es el Reposo
Hemos dicho que el Reposo
era una Señal que apuntaba a Cristo, como dicen las Escritura, y que al recibir
a Cristo somos justificado, por cuanto El cumplió la Ley. Cuando recibimos a
Cristo el Espíritu Santo entra en nosotros y empieza la obra poderosa de
regeneración de nuestra alma. A medidas que crecemos en Cristo, se va
manifestando el Fruto del Espíritu:
Gál 5:22-23: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad,
fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Al manifestarse el
Fruto del Espíritu en nosotros, estamos en Reposo con el Señor. Porque si
mostramos Amor, Paz, Gozo, etc. no estaremos afanados, turbados, y cansados. Jesús
dijo: “Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Mt.11:28. Porque Él es nuestro descanso. No hay
otra manera de descansar si no mostramos el Fruto del Espíritu. El Fruto del
Espíritu es el verdadero Reposo; y no se trata de un día, porque tenemos al
Espíritu dentro todos los días y todos los días debemos mostrar ese Fruto.
El
Reposo por la Eternidad
Aún hasta aquí pudiera surgir la pregunta de
que si Dios dijo que era por la eternidad, y que el sábado era esa señal, cómo
se podrá guardar el reposo o día de reposo por la eternidad?
Veamos el texto: Éxo
31:16: “Guardarán, pues, el día de reposo
los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo”. La palabra
en el
original hebreo para perpetuo es olám (H5769), que significa “eternidad,
eterno,siempre”.
Definitivamente
debemos guardar el Reposo del Señor por la Eternidad, pero no se trata de un
día como ya hemos visto, porque es una condición que adquirimos cuando creemos
en Cristo y el Espíritu Santo mora en nosotros. Pero veamos los siguientes
textos:
Apo 21:23: “La ciudad no tiene necesidad de sol ni
de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera”.
Apo
22:5: “No
habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del
sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los
siglos”.
Los textos de Apocalipsis lo
establecen claramente; en la Eternidad no habrá días ni noches, sino que la Luz
de Cristo nos iluminará. Por lo tanto, en la eternidad el Reposo no se trata de
un día, sino de Cristo morando en nosotros.
Conclusión
El guardar el sábado era una señal que apuntaba a un fin
y que ese fin era Cristo. Al recibir a Cristo entramos en Su Reposo, ya que el
Fruto del Espíritu empieza a actuar en todo nuestro ser todos los días. Si ya
hemos recibidos a Cristo pero continuamos afanados, estamos pecando contra la
Ley Eterna de Dios, que es entrar en Su Reposo.
El Señor nos libera de toda atadura
de la Ley, porque la Ley era condenación, pero Cristo es la Gracia que nos
capacita para entrar en Su Reposo.
Quiero concluir este breve análisis con el siguiente
texto: 2Co 3:13-14: “Y no como Moisés, que ponía un velo
sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de
aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó;
porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo
velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado”.
Amados,
Cristo es el propósito de todas las cosas y en El debemos descansar.
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Referencia:
1.-Diccionario Strong