Por: Domingo Rodríguez
“Porque las costumbres de los pueblos son vanidad…”
Jer.10:3ª. Costumbres=chúqqah(H2708), moda, manera, ordenanzas,
etc.
Dentro de la Iglesia hemos observado durante los años, especialmente en
estos últimos tiempos, como modas y costumbres del mundo son adoptadas por
cristianos, muchos de ellos nacidos de nuevo; sin darse cuenta, en el mejor
de los casos, que están siguiendo costumbres, modas y maneras del sistema
pecaminoso del mundo.
Una de esas modas y/o costumbres son las de dejarse crecer el cabello y
también la de rasparse a los lados (sienes); pero qué nos dice la Biblia al
respecto? Empezaremos por el texto anterior donde dice que “las costumbres de los pueblos son vanidad”. La vanidad es todo
aquello que no tiene propósito, y todo aquello que no tiene propósito es pecado
(1Sa.12:21; Sal.31:6; Is.59:4). Otro texto relacionado con aquello que es
vanidad y/o sin fe es Romanos 14:23b: “…
y
todo lo que no proviene de fe, es pecado”. Es decir, que aquello que hacemos sin fe en Cristo y por
medio de Su Palabra, es Pecado.
Ahora pasemos a considerar qué dice la
Biblia acerca del hombre que se deja crecer el pelo como una mujer. La Biblia
nos dice que somos reyes y sacerdotes (Ap.1:6) y vemos una instrucción
específicamente para los sacerdotes: “Y no
se raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino que lo
recortarán solamente” Ez.44:20. Esto
nos habla de una conducta decente y decorosa de los hombres de Dios, llamado a
ser diferentes al sistema de pecado del mundo.
En el Nuevo Testamento el Apóstol Pablo
nos habla de lo deshonroso que es para un hombre dejarse crecer el pelo: “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es
deshonroso dejarse crecer el cabello?” 1Co.11:14. Y nos advierte: “Todo varón que ora o
profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza” 1Co.11:4. Tomando en cuenta que nuestra Cabeza es Cristo (1Co.11:2),
dejarse crecer el pelo, en un hombre, es una deshonra para él y afrenta a su
Cabeza, quien es su Salvador y Señor.
En el libro de Apocalipsis vemos que en uno
de los juicios para el tiempo de la Tribulación, salen del Abismo unos seres
diabólicos terribles; y uno de sus aspectos es que llevan cabello largo: “Tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran
como de leones” Ap.9:8. Si específica que tenían
cabellos de mujer es porque es deshonroso que el hombre tuviese el pelo largo. El pelo largo por parte del
hombre es sinónimo e imagen de ignorancia, rebeldía, sin orden, hombres
salvajes, etc. Solo basta con ver los grupos de Rocks y Heavy Metal. Y los hijos de Dios deben apartarse de
todas estas cosas. El Señor nos manda a ser santos (apartado del pecado) como
también Dios es Santo y no tener amistad con el mundo (Stg.4:4).
Otra moda adoptada por muchos cristianos
es la de rasparse las sienes(a los lados); y la Biblia nos deja dicho algo
sobre eso:
“Dedán, a Tema y a Buz, y a todos los que se rapan las
sienes” Jer. 25:23. El contexto de este texto
son juicios que Dios está decretando para naciones perversas y que deja ver que
su modo operandi también tenía que ver con raparse el cabello en señal de
rebeldía y maldad.
Cuál es el consejo para el hijo de Dios
que quiere agradarle y vivir una vida apartado del mal? La Biblia nos dice que
Dios pasa por alto la ignorancia:
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los
tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que
se arrepientan” Hch.17:30. Dios puede pasar por alto la ignorancia si el hombre se
arrepiente, pero no la necedad.
La Biblia nos
dice en 1Ts.5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo”. La palabra irreprensible en el griego es “sin culpa, que no haya causa de censura”. Es
decir, estamos llamado a que todo nuestro ser integral esté apartado para
nuestro Dios, sin señal de contaminación por la corriente de maldad de este
mundo. Nuestro cuerpo es la morada del Espíritu Santo, Dios mismo, por lo que
cualquier cosa que hagamos con él, incluye nuestro cabello, no puede ser motivo
para contristar y ofender al Señor: “ ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1Co.6:19-20.
Concluyo
con la Palabra del Señor: “ Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de EL” Col.3:17. Cuando vayamos a intentar hacer algo,
principalmente con nuestro cuerpo, pensemos si eso agrada al Señor y es según
Su Palabra y no la corriente del mundo.
Toda la Gloria, el Honor y el Imperio para
nuestro Señor y Dios Jesucristo.
Dios Bendiga!!