lunes, 8 de abril de 2019

¿QUE SON LAS OBRAS DE LA LEY?


Las Obras de la Ley siempre han sido interpretadas como las obras que la Ley Escrita exige, según el contexto de la carta a los Romanos y de la carta a los Gálatas y también según las enseñanzas de Pablo, esto es algo MUY claro, sin embargo, ahora algunos mesiánicos afirman que la expresión “OBRAS DE LA LEY” aparece en algún rollo de los manuscritos del mar muerto refiriéndose solamente a las leyes ceremoniales, más concretamente, a la circuncisión; otros mesiánicos enseñan que las Obras de la Ley son las obras que exige la Ley impuesta por la tradición de los Ancianos, es decir, la Ley Oral.
Puede ser que la expresión “las Obras de la Ley” tenga varios matices, esto es algo que sucede constantemente en cualquier idioma, pero según la enseñanza de Pablo, especialmente en Gálatas y en Romanos, las obras de la Ley son las obras que la Ley Escrita demandaba de los hombres. Un versículo donde podemos comprobar esto es el siguiente:
“Porque todos los que dependen de LAS OBRAS DE LA LEY están bajo maldición, pues ESCRITO ESTÁ: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas ESCRITAS en el libro de la LEY, PARA HACERLAS.”*
Gálatas 3:10

Pablo menciona LAS OBRAS DE LA LEY y a continuación nos dice lo que "está escrito" en la misma Ley, ¿por qué cita Pablo la Ley Escrita si, como afirman algunos, no se refiere a ella? . . . Es muy evidente que Pablo cuando habla de las OBRAS DE LA LEY, está hablado de las obras que la Ley Escrita demanda de nosotros.

“por las OBRAS DE LA LEY ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la LEY es el conocimiento del pecado.”
Romanos 3:20

Una vez más, en el mismo versículo encontramos que la palabra LEY se refiere a lo que ha sido escrito, se refiere a la Ley de Moisés, a la Ley Escrita que es la que nos muestra que somos pecadores.

“sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”
Gálatas 2:16

Yo concluyo: No hay evidencias bíblicas que afirmen que la Ley Oral a la que se refiere Pablo son las tradiciones, sino, que especifica que se trata de la Ley Escrita. En todo caso, decir lo contrario es simple interpretación falaz y sacar del contexto todo lo escrito.

Ahora bien, no estamos diciendo con esto que no hay Ley, todo lo contrario, sólo que la Nueva Ley es la de Cristo y el Nuevo Pacto

Bibliografía:

Guía para Entender a Pablo Pag.166-167: Antonio Piñero.

jueves, 17 de enero de 2019

¿QUÉ SIGNIFICA QUE EL VERBO (LA PALABRA) SE HIZO CARNE?


Por: Domingo Rodríguez

      Jn. 1:1  “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
           
            El apóstol Juan empieza su Evangelio con una declaración muy poderosa, comienza hablando de Dios y el Verbo (G3056 /Logos /La Palabra).  Es decir, de la expresión misma de los pensamientos de Dios que existía desde la Eternidad  (principio / G746 / arche / Principado / Primera Causa). Juan nos traslada al principio de todo, más allá del pensamiento humano. Pero aquí él no dice ni explica quién o qué es el Verbo. De los versículos 2 al 13 del cap.1, Juan establece una introducción de la necesidad del Verbo y quien daría testimonio de Él.
                  Luego Juan pasa a explicar que ese Verbo es una Persona y que ha tomado la forma humana: Jn. 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Dios, que en el Antiguo Testamento había hablado por medio de los profetas (Heb. 1:1-2…habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…”), ahora decide encarnar en forma humana Su Verbo, Sus Pensamientos y Su misma Expresión. Es el Verbo (La Palabra) en forma humana quien ahora daría a conocer a Dios (Jn.1:17-18), sin necesidad de un intermediario. Es decir, que en el Verbo encarnado, Dios se estaba dando a conocer a Él mismo y Su Mensaje.
       
                  En el Antiguo Testamento leemos expresiones como esta: Eze. 30:1  “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:”  Aquí palabra es el término Hebreo   dabár(H1697 / Palabra), que es la misma que se translitera al Griego en Juan 1:1, λογος/Logos/La  Palabra. Que, como hemos señalado, es la expresión misma del Pensamiento de Dios. Esa misma expresión, dabár, la podemos encontrar en los textos de Jeremías 1:4, Ezequiel 28:1, Zacarías 6:9, Gn.15:1. Nm.3:16, N.13:3, etc. Donde Dios enviaba Su Palabra (dabár/Verbo) a determinadas personas (Heb.1:1) para que comunicaran cuales eran sus pensamientos. El espíritu (pneuma/G4151) con el que hablaban los profetas era el testimonio de Jesucristo, el Verbo de Dios (Ap.19:10).
                 
                  La Palabra Creadora de Dios ahora estaba en un cuerpo humano: Jn. 1:3-4(TLA)  “Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz”; la Palabra por medio del cual Dios creó todo: Col 1:16  “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él.”; Sal 33:6  “Por la Palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca”; y que vimos Su operación al Principio (Gn.1-2). De modo que por medio de la fe entendemos que todo ha sido hecho por medio de La Palabra de Dios (Heb.11:3).

                  Así mismo, en Isa. 55:11 la Palabra dice:  “Así será mi Palabra (dabár) que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”.
      Al leer este texto de Isaías con el entendimiento de qué significa o quién es la Palabra de Dios, nos trasladamos a la Obra y Ministerio de nuestro Señor Jesús. Quien ciertamente hizo la Voluntad del Padre (Jn.4:34)  y fue prosperado, quien al ver el fruto de Su aflicción (Is.53:11) se regocijó. Él es el Camino, y la Verdad y la Vida (Jn.14:6) que nos puede conducir al Padre.  Pero que también es la Luz del mundo que nos alumbra para que ya no andemos en tinieblas (Jn.8:12).  Es aquel Verbo hecho carne que en Su oración sacerdotal dijo: Jn. 17:17  Santifícalos en tu Verdad; tu Palabra (Logos) es Verdad.” Este texto es tremendo y revelador, porque está en singular; dejando entender que se trata de una Persona. Es decir, que Jesús, que es la Verdad y también el Verbo, y solo Él nos puede santificar.

                 Del mismo modo, la Escritura en  Sal. 119:160 señala lo siguiente:  La suma de tu Palabra es Verdad…”; la palabra “suma” aquí es el vocablo hebreo rosh(H7218) que puede traducirse Unidad del todo y la suma total. Tomando el vocablo dabár que también se utiliza en este texto, que se translitera Logos al griego, lo podemos entender de la siguiente manera: “La suma total del dabár/Logos de Dios es Verdad”. Y si la Verdad es el Verbo y el Verbo es Jesús, entonces, Toda la Palabra (la Biblia), Antiguo y Nuevo Testamento, es una Unidad Compuesta y que no se puede dividir. Ya que es el Pensamiento y Expresión misma de Dios, que se hizo Carne en el Hijo.

                  En resumen, Jesús es el deseo, anhelo, pensamiento y expresión de Dios; el mayor acto de Amor que se pueda conocer. Esa Palabra que es Vida y que Creó todas las cosas y la sustenta, se encarnó para venir a vivir con la humanidad. Tomando forma de hombre para Redimirlo del pecado. Ciertamente grande es el misterio de la piedad, en el que Dios mismo se hace hombre (1Tim.3:16).