Por: Carlos E. Rodríguez / Colaborador laplumadelescriba
¡Dios nos bendiga más!
Hoy estamos ante la ultima parte
de nuestra serie de 3 sobre los argumentos que apuntan y hacen más probable que
Dios exista, a que no. Muchas veces, cuando el ateo lee que algo es probable,
viene a su mente la idea de que como no es certeza absoluta, no es válido y no
hay que creerlo. El problema con esta idea es que cree que el conocimiento
requiere certeza, algo totalmente falso, pues tenemos certeza de casi nada. No
tenemos certeza de que somos cerebros en una cubeta manipulados por un científico
loco que nos hace creer que todo esto es verdad, pero aun así creemos que esto
no es verdad. No tenemos certeza de que nuestros sentidos son confiables para
describir el mundo real, pero no dudamos de ellos, aunque no tengamos certeza. Esto
solo puede demostrar que es ilógico exigir certeza solo en una parte y no en
todo lo que aceptamos sin tener certeza sobre ello. Además, cuando decimos que
es más probable que Dios exista a que no, decimos que un sin número de hechos
necesitan su existencia para ser explicados mejor, por donde inferimos que debe
existir un Dios trascendente.
Esta tercera parte mostrara
como la existencia improbable de un universo en donde podamos existir, muestra
que solo un Dios trascendente es la mejor explicación para que este exista,
dado su alta improbabilidad. También, usare la versión del argumento de Hume en
contra de los milagros, para argumentar en contra del origen naturalista de la
vida, en lo que he llamado “argumento
humeniano en contra del origen naturalista de la vida”.
Argumento Teleológico
El argumento teleológico a
favor de la existencia de Dios mostrado aquí, no es la antigua versión de
Paley, sino una versión basada en el ajuste fino que muestra el universo en que
vivimos. Cabe destacar que este argumento posee sus premisas neutras teológicamente,
pues no busca a Dios como premisa del argumento, sino que infiere a partir del
ajuste fino de las constantes del universo, que dado la alta improbabilidad de
que este exista, y ciertas constantes no normales que solo tienen explicación si
son insertadas por un creador, el diseñador debe de ser real y es explicación más
plausible a estos hechos. ¿Qué hechos son los que hacen que pensemos de esta
manera? Bueno, las leyes físicas de la
naturaleza son evidencia de ello. Cuando se les da expresión matemática a estas
leyes, contienen diversas constantes (como la constante gravitacional) cuyos
valores no están determinados por las leyes mismas; un universo gobernado por
dichas leyes podría ser caracterizado por cualquiera de una amplia variedad de
valores de éstas mismas constantes. Tomemos, por ejemplo, una ley tan simple
como la ley de gravedad de Newton F = Gm1m2 / r2. De acuerdo con esta
ley, la fuerza gravitacional F entre dos objetos depende no sólo de sus
masas respectivas m1 y m2 y de la distancia entre ellos r, sino también en una
determinada cantidad G la cual es una constante independiente de las masas y la
distancia. La ley no determina en realidad qué valor tiene G. Además de estas constantes, por otra parte, hay ciertas
cantidades arbitrarias físicas, tales como el nivel de entropía, que son
puestas simplemente en el universo como condiciones de límite en el que las
leyes de la naturaleza operan.
El mundo está condicionado
principalmente por los valores de las constantes fundamentales α (la constante
de estructura fina, o interacción electromagnética), αG (gravitación),
αw (la fuerza débil), αs (la fuerza fuerte), y mn/me
(la relación entre la masa de un protón y la masa de un electrón). Cuando
alguien asigna diferentes valores a estas constantes o fuerzas, se descubre que
la proporción de universos observables, es decir, los universos capaces de
albergar vida inteligente, es asombrosamente pequeña. Sólo una ligera variación
en algunos de estos valores haría la vida imposible. Por ejemplo, según el
físico P. C. W. Davies, cambios en cualquiera αG o αw de
tan sólo una parte en 10100 habría impedido un universo que
permitiera la vida. En la investigación de las condiciones iniciales del Big
Bang, uno también se enfrenta a dos parámetros arbitrarios que rigen la
expansión del universo: Ω0, relacionado con la densidad del universo, y H0, en
relación a la velocidad de la expansión. Observaciones indican que a 10-43
segundos después del Big Bang el universo se estaba expandiendo a una tasa
increíblemente especial de velocidad con una densidad total cercana al valor
crítico en el límite entre colapsar y la expansión eterna. Stephen Hawking
estima que una disminución en el ritmo de expansión de hasta una parte en cien
mil millones de millones de un segundo después del Big Bang habría dado lugar
al colapso del universo hace mucho tiempo, un aumento similar habría impedido
la condensación de las galaxias por la materia expandida. En el tiempo de
Planck, 10-43 segundos después del Big Bang, la densidad del
universo debe, aparentemente, haber estado dentro de aproximadamente una parte
en 1060 de la densidad crítica en la cual el espacio es plano. La
mayoría de los teóricos hoy en día piensan que este, llamado, problema de la
planitud ha sido adecuadamente explicado por una temprana era inflacionaria en
la historia del universo. Como hemos visto, según la teoría inflacionaria, la
densidad energética del estado de falso vacío primordial abrumaba incluso la
intensa atracción gravitatoria generada por la densidad extremadamente alta, de
la materia del universo primitivo, causando una expansión súper-rápida o inflacionaria,
durante la cual el universo creció de proporciones atómicas a un tamaño más
grande que el universo observable en una fracción de un microsegundo. Debido a
que el universo se ha inflado a tales enormes dimensiones, el espacio parece
ser plano, tal como la superficie de la Tierra parece plana a sus moradores, de
la superficie, diminutos. Pero la inflación no hace más que levantar un nuevo
problema: el ajuste fino de la constante cosmológica Λ que impulsa la inflación
y es responsable de la aceleración, recientemente descubierta, de la expansión
del universo. La constante cosmológica está inexplicablemente ajustada a
alrededor de una parte en 10120. La cosmología clásica sirve para
resaltar otro parámetro, S, la entropía por barión en el universo. La estructura
del Big Bang debe haber sido muy limitada con el fin de que la termodinámica
como la conocemos, debería haber surgido.
El físico Roger Penrose de
Oxford calcula que la probabilidad de que la condición especial de baja
entropía pudiera haber surgido meramente por casualidad en la ausencia de
cualquier principio de restricción es por lo menos tan pequeña como una parte
en 1010 (123) a fin de que nuestro universo exista.
Esto no puede resolverse
diciendo que con otros valores para estas constantes, habría otro tipo de
universo con otro tipo de vida. Esto muestra cuanto se desconoce del tema. Por
"vida" los científicos hablan de esa propiedad de los organismos a
tomar alimentos, extraer energía de ellos, crecer, adaptarse a su entorno, y
reproducirse. El punto es, que a fin de que el universo pueda permitir la vida
así definida, cualquiera que sea la forma que los organismos pudieran tomar,
las constantes y las cantidades tienen que ser incomprensiblemente afinadas.
Ante la falta de ajuste fino, ni siquiera la materia atómica o la química
existirían, ¡por no hablar de planetas donde la vida podría evolucionar! Universos
que pueden permitir la vida, con las mismas ecuaciones pero con valores
diferentes para las constantes, son altamente improbables, y esto es lo que
busca decir el argumento.
Este argumento no se basa en
una analogía, como se ha pretendido presentar, sino en la inferencia a la mejor
explicación. De esta manera, presentamos el argumento:
1) El ajuste fino del universo
se debe ya sea a necesidad física, el azar o el diseño.
2) No se debe a la necesidad
física o al azar.
3) Por lo tanto, es debido al
diseño.
La premisa 1 no la discutiremos,
pues hemos visto parte de lo que hace a los cosmólogos afirmar un ajuste fino
del universo. En cambio, veremos las otras 2 opciones, y veremos su
plausibilidad. Cabe destacar que en la premisa 1 solo se incluyen estas 3
opciones para explicar este ajuste fino por ser las únicas y más usadas. Pero,
si alguien conoce otra, bien puede añadirla.
Necesidad física
Esta propuesta para explicar
las constantes que hacen posible la vida, y están finamente ajustadas, pretender
decir que estas existen por necesidad física, es decir, no habría forma de
concebir un universo sin estas constantes, tal como lo vemos. El error
fundamental con este tipo de razonamiento, es que es ilógico, pues es
claramente evidente que podemos imaginar un universo diferente a este. Además,
ahora sabemos que si la materia primordial y la antimateria se hubiesen
proporcionado diferente, si el universo se hubiese expandido un poco más
lentamente, si la entropía del universo fuera marginalmente mayor, cualquiera
de estos ajustes y más, habría impedido un universo de que permitiese vida, sin
embargo, todo parece perfectamente y físicamente posible. La persona que
sostiene que el universo debe permitir la vida está tomando una línea radical
que requiere pruebas fuertes. Pero no hay ninguna; esta alternativa es
simplemente planteada como mera posibilidad.
Todo esto se ha dicho con
respecto a las constantes solamente, todavía no hay nada que explique las
cantidades arbitrarias insertadas como condiciones de frontera. Davies (The Mind of
God (New York: Simon & Schuster, 1992), 169.) comenta:
“Incluso si las leyes de la física fueran únicas, no se
sigue que el propio universo físico es único. ... Las leyes de la física deben
ser aumentadas por las condiciones iniciales cósmicas... No hay nada
remotamente en las ideas presentes acerca de las "leyes de condiciones
iniciales" para sugerir que su consistencia con las leyes de la física
implicaría singularidad. Lejos de ello... Parece, entonces, que el universo
físico no tiene que ser como es: que podría haber sido de otra manera”.
La condición extraordinaria de
baja entropía del universo temprano sería un buen ejemplo de una cantidad
arbitraria que parece haber sido insertada en la creación como una condición
inicial. No hay ninguna razón para pensar que mostrando cada constante y
cantidad siendo físicamente necesaria sea algo más que una quimera.
El azar
Argumentar que el azar puede
dar cuentas de este hecho cosmológico, muestra lo mucho que se desconoce el
problema. Se trata de hacer ver que el azar si puede explicar esto con el
ejemplo de la lotería, pues es inevitable que en una tómbola de bolas de lotería,
se tenga que tomar una. Ahora, el problema con este mal ejemplo es que ignora
el hecho de que no es lo que se busca decir con el ajuste fino. La representación
exacta del ajuste fino seria con una analogía en donde tomes las mismas bolas
de lotería y las introduzcas en una tómbola, pero estas son todas de color
negro, y ahora introduces una bola de color blanco: ¿Qué probabilidades hay de
que de todas estas bolas no solo tomes una, sino la única blanca? Este ejemplo
si ilustra la alta improbabilidad de que nuestro universo sea uno que por
causas del azar, posea las condiciones necesarias para permitir la vida que
ahora hay en él.
Sea propuesto una hipótesis conocida
como el principio entrópico, en donde se dice que podemos ver estas características
en el universo, porque es justamente el universo que veríamos si este permite
la vida. Pero esto es tan ridículo como decir que en un campo de tiro, se
coloque a un hombre que va a ser fusilado por 50 tiradores expertos, y que después
de todos disparar, este quede vivo porque si. ¡Es algo bien absurdo! Debe haber
una explicación de por qué 50 tiradores expertos fallaron, no que quedo vivo
porque es la situación que esperaría si quedara vivo. Esto no explica porque
fallaron.
Otra hipótesis que se propone
es la de los multiversos. A parte de no tener ninguna evidencia empírica, el
multiverso en vez de resolver el asunto lo empeora.
Cuando se habla de que somos un
universo de solo una infinidad de universos, se usa como hipótesis para decir
que nuestro universo existe de esta manera, debido a que nos toco vivir en uno
de entre los miles que existen.
Como hemos visto, Roger Penrose
calcula que las probabilidades de que nuestro universo obtenga condición de
baja entropía por azar solamente son del orden de 1:1010 (123),
un número inconcebible. Si nuestro universo fuera, no más que uno de los
miembros de una colección de mundos ordenados al azar, entonces es mucho más
probable que deberíamos estar observando un mucho universo más pequeño (The
Road to Reality (New York: Alfred A. Knopf, 2005), 762–65.). Adoptar
la hipótesis de los Mundos Múltiples para explicar el ajuste fino sería por lo
tanto dar lugar a un ilusionismo: es mucho más probable que todos nuestros
cálculos de edad astronómicos, geológicos y biológicos están equivocados y que
la aparición de nuestro universo grande y antiguo es una ilusión masiva (sin los
temidos cerebros de Boltzmann, que consisten en que es muchísimo más probable
que deberíamos estar observando una región mucho más pequeña de desequilibrio
de la que vemos). O bien, si nuestro universo es sólo uno de los miembros de un
Conjunto Mundial, entonces debemos estar observando acontecimientos muy
extraordinarios, como caballos apareciendo dentro y fuera de la existencia
mediante colisiones aleatorias o máquinas en movimiento perpetuo, ya que estos
son mucho más probables que todas las constantes y cantidades cayendo por
casualidad en el rango virtualmente infinitesimal donde la vida es permisible.
Universos observables como esos son mucho más abundantes en el conjunto de
universos que mundos como el nuestro y, por lo tanto, debe ser observado por
nosotros si el universo no fuese más que uno de los miembros de un conjunto de
mundos. Ya que no tenemos tales observaciones, ese hecho desconfirma firmemente
la hipótesis del multiverso.
Al tener estos problemas,
descartamos que el azar y la necesidad física puedan explicar el ajuste fino
del universo, quedándonos así con la hipótesis del diseño, que el universo fue
diseñado para tener estas condiciones altamente improbables.
Ahora, el único ataque a esta hipótesis,
viene de Dawkins, en su libro The God Delusion (New York: Houghton
Mifflin, 2006), paginas 157–158. Dawkins dice:
1) Uno de los mayores desafíos
para el intelecto humano ha sido explicar cómo surge la compleja e improbable
apariencia de diseño en el universo.
2) La tentación natural es
atribuir la apariencia de diseño al diseño real en sí mismo.
3) La tentación es falsa porque
la hipótesis del diseñador plantea de inmediato el problema más grande de quien
diseñó al diseñador.
4) La explicación más ingeniosa
y poderosa es la evolución darwiniana por selección natural.
5) No tenemos una explicación
equivalente para la física.
6) No debemos renunciar a la
esperanza de que una mejor explicación surja en la física, algo tan poderoso
como lo es el darwinismo para la biología.
7) Por lo tanto, es casi seguro
que Dios no existe.
Es penoso ver que este
argumento se presenta como objeción para la hipótesis del diseño. Lo primero es
que este argumento posee varias premisas falsas, además de que comete la
falacia lógica de un non sequitur. La
conclusión “Dios no existe” no se sigue de las premisas. Lo segundo es que
Dawkins cree que el diseñador debe tener un diseñador, lo cual es un error. A
fin de reconocer una explicación como la mejor, uno no necesita tener una
explicación de la explicación. Este es un punto elemental concerniente a la
inferencia a la mejor explicación como es entendido en la filosofía de la
ciencia. Si arqueólogos excavando en la tierra descubrieran cosas que
pareciesen puntas de flecha, hachas y restos de cerámica, estarían justificados
en inferir que estos artefactos no son el resultado casual de la sedimentación
y de la metamorfosis, sino los productos de algún grupo indeterminado de
personas, a pesar de que no tuviesen ninguna explicación de quiénes eran esas
personas o de dónde llegaron. Del mismo modo, si astronautas se topasen con una
pila de máquinas en la parte posterior de la luna, ellos estarían justificados
en inferir que eso fue producto de agentes inteligentes, aunque no tuviesen la
menor idea de quiénes eran esos agentes o cómo llegaron allí. Para reconocer
una explicación como la mejor, uno no necesita ser capaz de explicar la
explicación. De hecho, requerirlo daría lugar a una regresión infinita de
explicaciones, por lo que nada podría ser explicado y ¡la ciencia sería
destruida! Así que en el caso que nos ocupa, con el fin de reconocer que el
diseño inteligente es la mejor explicación para la apariencia de diseño en el
universo, uno no tiene que ser capaz de explicar al Diseñador.
Otro problema es que Dawkins
piensa que en el caso de un Diseñador divino del universo, el diseñador es tan
complejo como lo que se pretende explicar, por lo que no se hace ningún avance
explicativo. Esta objeción plantea todo tipo de preguntas sobre el papel
desempeñado por la simplicidad en la evaluación de explicaciones competentes,
por ejemplo, cómo la simplicidad debe considerarse en comparación con otros
criterios, como el poder explicativo, el alcance explicativo, y así
sucesivamente. Pero dejemos de lado estas cuestiones. El error fundamental de
Dawkins está en su suposición de que un Diseñador divino es una entidad
comparable en complejidad al universo. Como una mente sin cuerpo, Dios es una
entidad muy simple. Como una entidad no física, una mente no está compuesta de
partes, y sus propiedades más destacadas, como la auto-conciencia, la
racionalidad y la volición, son esenciales a la misma. En contraste con el
universo contingente y variado, con todas sus inexplicables constantes y cantidades,
una mente divina es sorprendentemente simple. Sin duda, tal mente puede tener
ideas complejas—puede pensar, por ejemplo, en el cálculo infinitesimal, pero la
mente misma es una entidad extraordinariamente simple. Dawkins ha confundido,
evidentemente, las ideas de una mente, que pueden, de hecho, ser complejas, con
la mente en sí, que es una entidad increíblemente simple. Por lo tanto,
postular una mente divina detrás del universo definitivamente representa un
avance en la simplicidad, por si sirve de algo.
Como último problema, Dawkins
no sabe que es imposible una regresión infinita de causas, y por lo tanto debe
existir una causa incausada. En ese mismo orden, debe existir un diseñador que
no tenga quien lo diseño.
Todo esto es evidencia de que
el universo tiene un diseñador, pero esto lo inferimos como mejor explicación de
la evidencia que viene de analizar la realidad de ajuste fino del universo.
Argumento Humniano en contra del origen naturalista de la
vida
El siguiente argumento es de mi
autoría propia. Puede ser que alguien lo haya pensado primero que yo, los créditos
serian de él, pero hasta ahora no lo he leído. Lo importante no es la autoría,
sino lo que se puede hacer con él.
David Hume posee un argumento
famoso en contra de los milagros (única objeción en contra de ellos). El se
basa para decir lo que dice en que es más probable y la experiencia nos lleva a
concluir que no pueden ocurrir hechos que no son comunes para nuestra experiencia.
Así, Hume argumenta que tenemos razones de dudar de que alguien resucita de
entre los muertos, pues nuestra experiencia nos dice que los muertos no
resucitan, pues estamos más acostumbrado a ver que no, que sí.
Hume dice:
“Un milagro es la violación
de las leyes de la naturaleza; y como una experiencia firme e inalterable ha
establecido estas leyes, la prueba en contra de un milagro por la misma
naturaleza es tan completa como se pueda imaginar que cualquier argumento de la
experiencia lo sea. ¿Por qué es más que probable que todos los hombres han de
morir, que el plomo no puede, de suyo, mantenerse suspendido en el aire; que el
fuego consume la madera y se extingue con agua, si no resulta que se ha
encontrado que estos hechos son acordes a las leyes de la naturaleza, y se
requiere una violación de estas leyes o, en otras palabras, un milagro para
evitarlos? Nada se estima que sea un milagro si ocurre dentro del curso normal
de la naturaleza. No es ningún milagro que un hombre en aparentemente buen
estado de salud muera repentinamente, pues aquella clase de muerte, aunque más
infrecuente que cualquier otra, de todas formas ha sido frecuentemente
observada. Pero es un milagro que un hombre muerto vuelva a la vida, pues esto
no se ha observado en ningún país o época. Ha de haber, por tanto, una
experiencia uniforme contra todo acontecimiento milagroso, pues, de lo
contrario, tal acontecimiento no merecería ese nombre. Y como una experiencia
uniforme equivale a una prueba, aquí hay una prueba directa y completa,
derivada de la naturaleza del hecho, en contra de la existencia de cualquier
milagro; ni puede destruirse aquella prueba, ni el milagro hacerse creíble,
sino por una prueba contraria que sea superior.
La simple consecuencia es (y
trátase de una máxima general digna de nuestra atención) «que ningún
testimonio es suficiente para establecer un milagro, a no ser que el testimonio
sea tal que su falsedad fuera más milagrosa que el hecho que intenta
establecer; e incluso en este caso hay una destrucción mutua de argumentos, y
el superior sólo nos da una seguridad adecuada al grado de fuerza que queda y
después de deducir el inferior». Cuando alguien me dice que vio resucitar a un
muerto, inmediatamente me pregunto si es más probable que esta persona engañe o
sea engañada, o que el hecho que narra haya podido ocurrir realmente. Sopeso un
milagro en contra de otro y, de acuerdo con la superioridad que encuentro, tomo
mi decisión y siempre rechazo el milagro mayor. Si la falsedad de su testimonio
fuera más milagrosa que el acontecimiento que relata, entonces, y no antes,
puede pretender obtener para sí mi creencia y opinión.”
Sobre este argumento tengo que decir que es falaz,
pues comete la falacia de petición de principio. La única prueba que
Hume ofrece para dudar de los milagros, es que supone que estos no pueden
ocurrir. Ahora, aun así, hay personas que creen en él. Lo que voy a hacer es
usar este mismo argumento para decir que dado que el origen naturalista de la
vida es considerado un milagro, algo imposible y que nunca más se ha podido
ver, el propio argumento de Hume dice que no debemos creer en un origen natural
de la vida, lo que propone que alguien debió causal tal cosa, pero no algo
natural.
Que esto es un problema que lo sabe aun la
comunidad científica, lo demuestran publicaciones como:
"Más
de 30 años de experimentación sobre el origen de la vida en los campos de la
evolución química y molecular han conducido a una mejor percepción de la
inmensidad del problema del origen de la vida en la Tierra y no a su solución. En
la actualidad todos los debates sobre las principales teorías y experimentos en
el campo terminan ya sea en punto muerto o en una confesión de ignorancia. Las
nuevas líneas de pensamiento y la experimentación deben ser juzgados”.
(Dosis, Klaus, "El Origen
de la Vida: más preguntas que respuestas", Interdisciplinario Science
Reviews, Vol 13, No. 4, 1988, p.348.)
Sobre el tema, scientific american dice:
Tan
recientemente como la mitad del siglo 20, muchos científicos pensaban que los
primeros organismos fueron hechos de proteínas de auto-replicantes. Después
de Francis Crick y James Watson demostraron que el ADN es la base para la
transmisión genética en la década de 1950, muchos investigadores comenzaron a
favorecer ácidos nucleicos más de las proteínas como las ur-moléculas. Pero
había un problema importante en este escenario. El ADN no puede hacer ni
proteínas ni copias de sí mismo sin la ayuda de proteínas catalíticas llamadas
enzimas. Este hecho convirtió el origen de la vida en un clásico
rompecabezas gallina o el huevo: ¿Qué vino primero, proteínas o ADN?
ARN,
compañera de ADN, sigue siendo la respuesta más popular a este enigma, tal como
lo fue cuando escribí "En el principio..." Ciertas formas de ARN
pueden actuar como sus propias enzimas, cortando a sí mismos en dos y
empalmando a sí mismos juntos de nuevo. Si el ARN podría actuar como una
enzima, entonces podría ser capaz de replicarse a sí mismo sin la ayuda de las
proteínas. ARN podría servir como gen y el catalizador, huevo y pollo.
Pero
la hipótesis del "mundo de ARN" sigue siendo problemática. ARN y
sus componentes son difíciles de sintetizar bajo el mejor de los casos, en un
laboratorio, y mucho menos en condiciones prebióticas plausibles. Una vez
que el ARN se sintetiza, se puede hacer nuevas copias de sí mismo sólo con una
gran cantidad de producto químico coaxing. El científico Overbye señala que
"incluso si el ARN aparecía de forma natural, las probabilidades de que
iba a suceder en la secuencia correcta para impulsar la evolución darwiniana
parece pequeña."
El
mundo de ARN es tan desalentador que algunos científicos frustrados están
recurriendo a mucho más -literalmente- especulaciónes. La revelación más
sorprendente en el artículo de Overbye es que los científicos han resucitado
una propuesta una vez que flotaba por Crick. Insatisfecho con las teorías
convencionales de comienzo de la vida, Crick conjeturó que los extranjeros
llegaron a la Tierra en una nave espacial y sembró las semillas de la vida aquí
hace millones de años. Esta noción se llama panspermia dirigida. En
versiones menos dramáticos de la panspermia, microbios llegaron a nuestro
planeta a través de asteroides, cometas o meteoritos, o la deriva hacia abajo
como confeti.
Todo esto, junto con más afirmaciones de científicos
que no saben cómo explicar esto, a lo que han llamado milagro, según el argumento
de Hume, no puede ser posible, pues los milagros no lo son. Además, estamos
acostumbrado a ver que la vida viene de la vida y no de la no vida. Es decir,
que todo lo que Hume sobre eventos poco usuales, en este caso, es un argumento
en contra de el origen natural de la vida. De esta manera, es imposible un
origen natural de la vida, tuvo que provenir de la vida. Y esta vida debe ser
un Dios autoexistente.
Usted puede encontrar debilidades en este
argumento, es correcto. El mismo argumento de Hume para los milagros es
defectuoso, yo solo uso esta versión en contra del origen naturalista de la
vida, para demostrar que esta explicación no es real, eso si Hume en su
argumento tendría razón. Si acepto como valido a Hume en contra de los
milagros, con su argumento, debo aceptar esta versión también. ¡Qué paradoja
amigo ateo!
Conclusión
Concluyo de forma breve haciendo mención de que en
3 partes mostramos argumentos que claman por la existencia de un Dios para
explicar de forma mejor, un sin número de hechos. Esto solo demuestra que es más
probable que Dios exista a que no.
Ahora está en manos del ateo refutar estos
argumentos para decir que Dios no existe.