Por: Carlos E. Rodríguez / Colaborador laplumadelescriba
¡Dios nos continúe bendiciendo!
Hoy continuamos con nuestra
serie de 3 partes, siendo esta la segunda parte. La semana pasada argumentamos
que es más probable que Dios exista debido a la evidencia que nos dieron los argumentos cosmológicos.
En esta oportunidad, vamos a ver la evidencia que nos provee los argumentos
ontológicos.
Los argumentos que entran en
esta categoría, son aquellos que se basan en la ontología, que es la rama de la
filosofía que estudia el ser como el ser. La ontología quiere saber qué tipo de
ser o entidad, es la que explica ciertas cosas o fenómenos. Así, si hacemos un
estudio ontológico de la verdad, la ontología nos permitirá saber que es la
verdad, no como la conocemos, sino que es y qué tipo de ser debe ser para
responder muchas realidades que sabemos sobre ella. En el caso de los
argumentos a favor de Dios, vamos a postular un sin número de hechos y vamos a
ver qué tipo de ser o ente es la mejor explicación de estos hechos. Un ejemplo
de esto es el argumento ontológico de la razón. Con este argumento, luego de
saber, como dice el filósofo ateo Daniel Dennett, que el cerebro está dividido
en muchas partes para realizar operaciones, pero que nosotros estamos consciente
de que hay una unidad en todas estas operaciones, pues podemos unirlas, a pesar
de que el cerebro no lo hace; luego de saber que el yo es perpetuo en el tiempo
y no cambia como nuestra química lo hace cada 5 minutos; y luego de saber que
estamos consciente de nosotros mismos, cuando buscamos a un ente que de razón
de estas cosas, y ya sabemos que no puede ser el cerebro, concluimos que es una
mente inmaterial. De esta manera es que funcionan los argumentos ontológicos:
“buscando un ser que explique un sin número de hechos”.
En este escrito, voy a usar
solo 2 argumentos: “el argumento moral, en base a la ontología moral, y el
argumento ontológico modal.
Argumento moral
El argumento moral a favor de
la existencia de Dios, sobre la base de la ontología moral, busca encontrar que
tipo de fundamento metaético debe tener la moral, para explicar los valores y
deberes morales objetivos. Cuando hablo de valores, hablo de las cosas que son
buenas o malas. Cuando hablo de deberes, hablo de lo que es correcto e incorrecto.
Hablamos de objetivo, en el sentido de que no es según nuestro gusto o
criterio, sino que esta fuera de nosotros, y es así y seguirá siendo aun si no
estamos de acuerdo. Así, cuando hablamos de valores y deberes morales
objetivos, hablamos de estos valores y deberes que existen y descubrimos, no
inventamos, y son verdad aun creamos en ellos o no. De esta manera, puedo decir
que es objetivamente malo torturar bebes, aun si el mundo cree que no es malo.
Esto son los valores y deberes morales objetivos, y necesitan un ser que
explique el porqué de ellos ser así, necesitan un fundamento que explique su
existencia.
El argumento moral dice de la
siguiente manera:
1.
Si Dios no existe, no
existen los valores y deberes morales objetivos.
2.
Los valores y deberes
morales objetivos existen.
3.
Por lo tanto, Dios
existe.
Ahora, note que el argumento no
presenta a Dios como fundamento de la moral objetiva, pero esto se deduce de la
premisa 1, y en su defensa.
Premisa 1: “Si Dios no existe, no existen los valores y deberes morales
objetivos”.
¿Por qué Dios debe existir para
que existan los valores y deberes morales objetivos? Lo curioso de esto, es que
esto se puede explicar por las declaraciones de ateos que han reconocido este
hecho, vemos:
·
Paul Kurtz, en Forbidden
Fruit (Prometeo, 1988), p.65 dice: "La pregunta central
acerca de los principios morales y éticos se refiere a su fundamento
ontológico, si no resultan ni derivan de Dios ni están anclados en algún
fundamento trascendente, son puramente efímero."
·
Julian Baggini, en ateísmo: una
introducción muy corta (Oxford University Press, 2003), pp.41-51
dice: "Si no hay una autoridad moral única [es decir, no hay Dios]
tenemos que crear en los valores de un sentido de nosotros mismos... [y] eso
significa que las afirmaciones morales no son verdaderas o falsas ... que
pueden estar en desacuerdo conmigo, pero no puedo decir que he hecho un error
de hecho".
·
Richard Dawkins en
"Función de Utilidad de Dios ', la revista Scientific American,
noviembre de 1995, p.85 dice: "El universo que observamos tiene
precisamente las propiedades que esperaríamos que tuviera, en el fondo, sin
diseño, sin fines [es decir, no hay Dios], ningún mal, nada es
bueno, nada más que indiferencia despiadada ".
·
Richard
Dawkins en El espejismo de Dios (London:
Bantam Press, 2006), p.232 reconoce que: "Es muy difícil defender
la moral absolutista por motivos distintos de los religiosos".
Es decir, que los ateos
tradicionales han reconocido que sin un fundamento trascendental para anclar la
moral ontológica, es imposible explicar esta realidad. Pero, ¿Por qué esto?
¿Cuáles son los hechos que hace que hasta los ateos afirmen esto? Mencionaremos
4 hechos que mostraran la razón de concluir de esta manera:
1.
Hecho 1: La prescripción
moral
Se suele hablar de la ley moral
como parecida a las leyes físicas de la naturaleza. Las leyes de la naturaleza
describen, pero no prescriben. La ley de gravedad no nos hace sentir culpables
cuando actuamos como si esta no existiera. Las leyes morales, al contrario, nos
hacen sentir que lo bueno y correcto hay que hacerlo, y no se puede dejar de
hacerlo. Esto solo tiene sentido si se da 2 condiciones: “una persona que
recibe órdenes de otra persona”. Por esta razón, debe haber 2 personas
involucradas en este asunto: “uno que da la ley y otro que la recibe”. Lo contrario
a esto sería ilógico, pues nadie se siente comprometido con la gravedad o las
cosas inanimadas.
2.
Hecho 2: La obligación
moral
Lo curioso de este hecho es que
nos sentimos moralmente obligados solo a las personas, no a las cosas
inanimadas. Esta obligación moral debe venir de un ser personal, y no de algo
inanimado, no personal.
3.
Hecho 3: Los ideales
morales
Puede usted concebir o
imaginar que es la justicia o el amor, sin asociarlo a una persona? No,
¿verdad? Los valores y deberes morales están ligados a un ser personal, y el
hecho de que no se puede concebir estos valores y deberes sin personas, es de
afirmar que existen fundamentados en un ser trascendente a la humanidad.
4.
Hecho 4: La culpa moral
Es ilógico imaginar una culpa
moral, debido a leyes impersonales. Esto solo tiene sentidos si estas leyes están
fundadas en un ser personal.
Estos 4 hechos muestran como no
puede existir una moral objetiva si Dios no existe. Un ser personal que
trasciende el cosmos es necesario para explicar estos 4 hechos.
Premisa 2: “Los valores y deberes morales objetivos existen”.
Me preocupa cuando leo a
personas negando la objetividad moral, y
afirmando un relativismo moral. Ahora, lo que estas personas no saben, es que
afirman la objetividad moral ¡cuando exigen tolerancia a todos los sistemas
morales relativos! Esto muestra lo irracional de su afirmación y muestra que no
pueden escapar al hecho de que la moral es objetiva.
El ateo Peter Cueva sostiene en
Humanismo (Oxford: OneWorld, 2009), pag.146, que: “…los
argumentos escépticos pueden ser llevados en contra de nuestra creencia de que
la muerte de los inocentes es moralmente incorrecto, estamos más seguros de que
el asesinato es moralmente incorrecto que el argumento... Torturar a un niño
inocente por el puro gusto de hacerlo es moralmente incorrecto. Punto y aparte”.
Ahora,
si usted se siente cómodo siendo un relativista moral, sepa algo más,
hay 7 cosas que usted nunca podrá hacer como un relativista moral:
1)
No pueden acusar a otros de hacer el mal.
2)
No pueden quejarse del problema del mal.
3)
No pueden culpar o alabar a alguien.
4)
No pueden decir que algo es justo o injusto.
5)
No puede ser personas que una mejor moral.
6)
No pueden mantener discusiones morales significativas.
7)
No pueden promover la tolerancia.
Para
un defensa más profunda de esta premisa, y la respuesta a sus objeciones, lea mi
artículo sobre esto en mi blog personal.
Conclusión:
“Dios existe”.
El argumento
concluye que si existe esta objetividad moral, y se demuestra que no puede
existir sin Dios como fundamento, entonces Dios debe de existir. Por esto
considero que este argumento es uno de los más sólidos y de fácil manejo para
cualquier persona. Para refutar el argumento, solo hay que demostrar que la
moral no es objetiva y que no necesita a Dios como fundamento.
Argumento ontológico modal
Este
argumento casi no es usado en debates sobre la existencia de Dios porque se
pierde mucho más tiempo explicando este solo argumento, que el necesario para
el debate. Este pertenece a la familia de argumentos del tipo ontológico, y se
apoya en la lógica modal. El argumento es como sigue:
1)
Es posible que un ser máximamente grande exista.
2)
Si es posible que un ser máximamente grande exista, entonces un ser máximamente
grande existe en un mundo posible.
3)
Si un ser máximamente grande existe en algún mundo posible, entonces existe en
todo mundo posible.
4)
Si un ser máximamente grande existe en todo mundo posible, entonces existe en
el mundo real.
5)
Si un ser máximamente existe en el mundo real, entonces un ser máximamente
grande existe.
6)
Por lo tanto, un ser máximamente grande existe.
Ahora,
sucede algo. Todas las premisas a partir de la 1, se siguen solo por simple
regla de lógica modal, y no hay que justificarlas. La única premisa que hay que
defender es la 1.
Cuando
hablamos de mundos posibles, estamos hablando de realidades que pueden existir
como que no pueden existir. Es decir, puede que exista una realidad donde
Hitler es un jugador famoso de soccer, pero esto solo es posible y no debe ser así
de forma necesaria. Cuando decimos que Dios existe de forma necesaria, decimos
que no hay realidad posible en la que él no este.
Premisa
1: “Es posible que un ser máximamente grande exista”.
Antes
de, citare a Craig sobre una diferencia entre posibilidad epistémica y posibilidad
metafísica. Dr. Craig dice sobre la diferencia que existe entre ambos: “Al
tratar este tema, es crucial que distingamos claramente entre posibilidad
metafísica y posibilidad meramente epistémica. La primera concierne a lo que es
realmente posible, y la segunda se refiere a lo que es consistente con lo que
sabemos. Resulta tentador decir: "¡Es posible que Dios exista, y es posible
que no exista!" Pero esta afirmación sólo es cierta con respecto a la
posibilidad epistémica: hasta donde sabemos, Dios puede existir o no existir.
Por otro lado, si Dios es concebido como un ser máximamente grande, entonces su
existencia es necesaria o imposible, independientemente de nuestra
incertidumbre epistémica. Para ilustrar: alguna extraordinariamente difícil
ecuación matemática puede estar más allá de nuestra comprensión, por lo que
decimos que es posible que la ecuación sea verdadera y es posible que sea
falsa. Pero con ello meramente confesamos nuestra incertidumbre epistémica en
relación con el valor de verdad de la ecuación. Como una pieza de las
matemáticas, la propia ecuación es ya sea necesariamente verdadera o
necesariamente falsa. De la misma manera, la concebilidad epistémica de la
premisa (1) (o su negación) no garantiza su posibilidad metafísica”.
Luego
de esto, pasamos a decir la razón de creer que esta premisa es verdadera. Resulta
que si un ser máximamente grande existe, la existencia debería ser un atributo máximamente
grande que deba poseer, y no la no existencia. De esta manera, ahora poseemos
la posibilidad de que un ser máximamente
grande exista. Si existe esta sola posibilidad, entonces hay razón para pensar
que si existe. En esta afirmación, sabemos a prima facie que es
coherente creer en la existencia de un ser máximamente grande, pues sus términos
descriptivos no son incoherentes. Hacemos saber al crítico que puede destruir
la verdad de esta premisa solo demostrando que el término es incoherente, lo
que invalida su existencia posible, como lo hace el concepto de “un soltero
casado”.
Existen
propiedades que este ser máximamente grande posee, que lo hace máximamente grande.
Lo que hace a este argumento sólido, es el hecho de que estas propiedades son
objetivas y no caen en el subjetivismo. Es decir, que todos están de acuerdo de
que un ser máximamente grande debe conocerlo todo, o ser todopoderoso. Estas y
otras propiedades hacen a este ser grande, y son propiedades que no posee los
otros seres que no son máximamente grande, incluyendo el hecho de existir de
forma necesaria.
Los detractores
de este argumento, que muchas veces no lo entienden, usan parodias para
demostrar que este argumento no demuestra la existencia de Dios. Se refugian en
cosas absurdas para demostrar que se puede afirmar la existencia de cualquier
ser imaginario. ¿Son validas las críticas? No. Las criticas solo muestran lo
mal que se entiende el argumento. Se habla de la posible existencia de un ser máximamente
grande que posee atributo que lo hacen ser máximamente grande. Luego, siguiendo
la lógica modal, se sigue que debe existir en todos los mundos posibles,
incluyendo el mundo real. De esta manera se concluye que debe existir ese ser. Los
críticos dice: “se puede usar el mismo argumento usando islas máximamente grande,
y por eso, estas no existen en la realidad”. El problema con estas parodias es
que las islas máximamente grandes no pueden ser concebidas, pues para unos tal
vez posea más palmeras que para otros. Tal vez para algunos posea más cocos o
piñas coladas que para otros. El simple hecho de no poder concebir de forma
objetiva esta isla máximamente grande, muestra lo difícil de que pueda existir
a priori.
Hagamos
algo mas difícil, digamos que se puede concebir esta isla de forma objetiva,
¿demuestra esto que los críticos tienen razón? No, pues una isla es un ser
contingente, y sabemos a posteriori que las cosas materiales no existen
necesariamente, sino que necesitan de otras cosas para existir. Solo un ser
necesario personal puede existir de forma necesaria en todos los mundos
posibles. Las islas no son seres personales, como los leones, nomos, duendes y
todo posible candidato que se puede inventar el crítico.
Este
procedimiento que se ha realizado, es una defensa a priori (no empírica) de la
premisa 1. Si el crítico objeta que no existe forma a posteriori (de forma empírica)
de saber si esta premisa se puede garantizar, y por lo tanto hay que descartarla,
le hacemos saber que existe una garantía a posteriori. Resulta que es necesaria
la existencia de este ser máximamente grande, y esto lo afirmamos en base a los
argumentos ya expuestos, como el cosmológico kalaam y el de Leibniz. Estos, en
base a posteriori, son garantía de que si existe un ser máximamente grande, sin
dejar fuera el anterior: “el argumento moral”. Todas estas pruebas a
posteriori, son garantía empírica de la existencia de un ser máximamente grande.
De esta
manera concluimos que la existencia necesaria seria un atributo máximamente grande
para un ser tal, por lo tanto su existencia es innegable.
Conclusión
Estos
argumentos, que buscan un Ser que explique un sin número de hechos, demuestran
que es más probable que Dios exista, a que no exista. Hasta ahora tenemos 4 razones
para pensar que existe. El ateo solo debe refutar estas razones.
¡Hasta
la próxima!
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